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Vivo del Cuento

Mas de La fuga

Mas de La fuga

Ni que decir tiene que todos tenemos semanas malas, esa es la semana que tuve de la muerte antes de la catarsis vital que me produce contar cuentos. Y si a esto le unimos que contamos para un espacio como La Fuga y para su librero Luis, la emoción transciende. Porque para nosotros vocear la existencia de un VERDADERO espacio para compartir, descubrir y disfrutar con la literatura, el arte y la amistad es un orgullo, una satisfacción y un deber como grupo. Así que hay que hacer uso de esta Fuga del sistema que nos ofrece Luis y por supuesto mantenerlo si vas a comprar un libro pásate por La Fuga, no vayas a los supermercados de la Casa del Libro o Beta o cualquiera de estos sitios, apoyemos lo concreto para cambiar lo global.

Bien pues deseando contar para escupir mil fantasmas de mi cabeza, fue llegar a la librería y ya estaban el primo Mariano y mi compare Javi con un compá y una guasa extraordinariamente contagiosa, creo que fue un no parar desde que los vi a los dos con las palmas hasta que acabamos tres horas y pico después una de las contadas más cañera que recuerdo en mi vida primero de cuentacuentos y ahora de contaó.

La gente para comersela, vino la gran mayoría de amigos y familia que hemos ido currándonos en estos años y cantidad gente que ya se han convertido en inseparables. Tras unos cuentos en el local el primo Francis, que vuelve a formar parte activa del grupo como palmero y jaleo, nos ubicó en el mejor lugar que había en la calle, más sabe el jipi por viejo que por jipi.

Una vez en la calle no sé lo que nos pasa que nos volvemos majareta y es un no parar, un disparate. Arropados por el Francis, la María que intervino como gitana guapa y el gran Pombo en un avituallamiento exagerao, nos pusimos a contar, a comentar y a recoger todas las influencias que en la calle iba apareciendo: autobuses, un tio con una moto, la peña que llegaba y decía cosas y esos jipis que te ofrece en la que te descuida unas cariocas tipo palmar-caños para delicia de mi prima Chari que aun me recuerda el episodio de las cariocas, el jipi y yo como contaó polipatético. Repartimos vino, guasa y comentarios a doquier, intervino David que se fue desatando de la cuerda que tenía en su cabeza y estuvo de arte. Javi y Mariano se lanzaron con los cuentos del Pericón, que estaría orgulloso de ver como contais con la tajá, en el caso del Mariano se llevó a la gente al bolsillo con un balbuceo de lo má flamenco, pero no se le entedió un carajo.

Acabamos con to el mundo tocando las palmas, jaleando y diciendo cosas, un momento espectácular en nuestro barrio, en nuestro universo. Mis fantasmas se disiparon, disfrutamos y espero que nos veamos más veces. Si nos veis por las calles, próximo domingo 24 de febrero, acercaos dadnos de beber y este contaó está abierto a lo que querais plantearme seas mexicana, andaluza o universal.

Pa los demás Gloria.

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