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Vivo del Cuento

VDC en La Modelo

VDC en La Modelo

“La salud, el amor y la libertad son cosas que con dinero no se pueden comprar” “..y salgo al patio llorando igual que si fuera un niño”, “ Pero sea como sea seguiré luchando por los mios..”. Se nos amontonaban los míticos temas de Los Chichos cuando íbamos camino de La Modelo, el mayor monumento a la represión y a la exclusión que existe, antes en España, y ahora en Catalunya. Nuestra segundo día en de la gira por Barna nos metíamos de lleno en la cárcel que ha marcado nuestro subconsciente colectivo y el fetiche de las generaciones de la los dos cadenas de la tve.

Un talego con más de 100 años, ha visto TODAS las cosas y por tanto contar cuentos en un sitio plagado de miles de vidas, de historias, de sucesos, nos daba una tensión especial, (“qué me estás contado my friend”).

Nervios, risa floja y las contradicciones que te da el llegar a La Modelo, ver como los edificios se asoman al mítico patio como el Barrio los ve y ellos ven al Barrio. Cuando no te llevan no sabes muy bien cómo entrar en el talego y allí vimos un portalon y pa dentro, al entrar nos dimos  cuenta que todo cambia para seguir igual:

§         Banderas catalanas en vez de españolas

§         Mossos en vez de picoletos.

§         Carceleros con coletas y argollitas en vez de bigotes fascistas.

§         Educadores alternativos en vez de curas y seminaristas.

§         Internos en vez de presos.

 

El orden de los factores no altera el producto, lo que no cambia son los presos. En los talegos a los nuestros: andaluces, gitanos andaluces y gitanos en general,  se les suman los nuevos excluidos: latinoamericanos, marroquíes, subsaharianos y gente del Este Europa.

Nos dio la bienvenida un mosso con una metralleta para dejar las cosas claras, y luego los educadores con pintitas y un equipo por lo menos de 10 o 15 personas para alfabetizar y dar las clases correspondientes para diferentes niveles, un equipo de las consellerias de justicia y educació. No obstante, el papel de los educadores alternativos (institucionales) es el buen rollito. Comentarios como que es la cárcel más jipi, cuando hay una media de 5 o 6 presos por chabolo (celda) ,es una interpretación particular de las Comunas. Claro que se entiende cuando el Jefe de los educadores (un gashó con pinta de cura progre retirado) nos dijo que La Modelo era como una ciudad, su alcalde, sus profesores, etc, no sé dónde dejo lo de las mujeres, los niños y la libertad y como fuimos tan ciegos para no ver que estábamos en Christiania.

La Modelo solo tiene un acceso para entrar y salir, lo que conlleva que carceleros, presos, familiares y artistillas varios pasemos  por el mismo sitio ,lo que te deja el cuerpo en frio cuando ves a un chavalito entrar esposado y con cara de asustado.

Nos sorprendió que no nos registraran, ni un mínimo cacheo, con todo lo que llevábamos a cuesta (cajones, clarinete, vestuario) podíamos haber sacado a alguno, pero fuimos buenos, mejor dicho cobardes, y ni metimos ni sacamos nada ni a nadie.

Javi, nuestro experto en La Modelo, sabía paso a paso todo los caminos y corredores hasta llegar al patio. Estudioso de la vida de J.M.M.C “El Vaquilla”, libros, películas y discos que marcaron los 80 como héroe y antihéroe al mismo tiempo nos comentaban cada paso que dábamos con una precisión absoluta . Cuando le preguntamos al educador guay por la mítica reja circular, testigo de motines, palos y de una de las fotos más auténticas, una reja que nos marcó en nuestra imaginario taleguero. Pues el guay nos cambió de tema y se hizo el sueco, ¿será un tema pactado en la transición (o traición) española que impide pronunciarse? Un educador carcelero guay no puede referirse a momentos chungos de un talego, o sea a todos los momentos, parecía como si estar en La Modelo fuera un privilegio, la culpa de todo es el Buen Rollismo imperante en los alternativos que te cagas, desde luego el buen rollito ciega el pensamiento crítico y hace que la peña acabe en el sistema más opresor sin un atisbo de inquietud e incluso justificando el sistema, son los exponentes de la palabra TOLERANCIA, ósea, que tolera o aguanta a los demás, meteros vuestra cositas de jipis guay por el culo, herramientas de la opresión, se creen Freires en potencia y asumen el discurso oficial. Que nos os confundan las banderas ni los idiomas, la represión y la represió es la misma cosa.

 

Pasamos galerías, celdas de castigo y el patio antes de llegar al teatro. Nos sigue impresionando ver a los niños del Barrio asomados a sus ventanas  viendo el Patio. La visita oficial acabó con un paseo por las aulas y los talleres de radio, televisión y estudio de grabación, Lamodelo place.

Bueno conocimos a los que nos iban a grabar y nos dispusimos en el escenario a esperar al personal, que llegaba y se iban juntos, así que no nos podíamos pasarnos con el tiempo una hora y punto. Antes de empezar mi recuerdo fue para uno de los nuestros, Lere, gitano de la Isla, grande y bueno, machacao por gitano, andaluz y yonki, se le caigan las manos a los represores por torturarle, por torturarnos.

 

SShh, que viene , que viene,... Y llegaron , las primeras filas para los andaluces, luego marroquíes y latinoamericanos y después para los que el castellano es un idioma de otro planeta como subsaharianos (o sea negros) y los del Este. Así que imaginaos contá en andalú .

La fiesta empezó por Soleá, muy propio para el, sitio esa primera Leyenda Gitana que desgarramos, hubo entrega y rompimos el yelo y con ello todo los demás (también para los teatreros la cuarta pared, deberíamos haber roto la quinta, la sexta y todas las paredes). En el segundo cuento pedimos voluntarios africanos para que nos  acompañaran con la percusión en una leyenda africana, y como los negros no nos entendían subieron los de Marruecos y empezaron a tocar a lo moro, así que con la flexibilidad característica de Vivo del Cuento cambiamos el cuento y contamos la historia de Mohamed Ali, no si antes tener otra actuación espectacular de un compañero de Las Vegas (Polígono Sur) que se echó un cantecito y un momento polipatético donde zapateamos un marroquí, el de Las Vegas y  el que les escribe, o sea el que cuenta. Entrañable pero poco compá, el de Las vegas se emocionó y mostró su voluntad artística lo mejor que pudo. Delante Algeciras, La Barca, Jaen..., y por supuesto triunfazo en la comunidad magrebí con la historia de Mohamed Ali, somos norteafricanos de posición y corazón.

Entre momentos artísticos y nuestra forma de contar se nos fue el tiempo volando a pesar del sitio. Para el último cuento, hubo ya un desenfreno por parte del público, nunca estuvo muy frenado, Alberto pidió palmas a lo telepredicador (he descubierto una vocación oculta), y claro el final apoteósico de un cuento que nos habla de la LIBERTAD, hizo enloquecer la audiencia. Vítores, petición de que yo cantara ( no me conocen)..., nos despedimos y vinieron a abrazarnos y besarnos. Tantos compañeros, el corazón encogido, aguantando las lágrimas, quillo llevas mi sangre, ha sio lo mejó, que grande sois, ¿tenéis grifa?.

Vivo del Cuento se iba y ellos se quedaban, en un momento desaparecieron todos menos los encargados de los talleres de radio, televisión y estudio de sonido. Que nos felicitaron y hablaron un poco más.

Salimos sin mirarnos ni querer decir nada, nos felicitaron los carceleros (profes, funcionarios  y jefes) pero ya íbamos sobraos con los compañeros, alguna cervecita de compromiso con la institución y evitando temas hablamos del Barça y del fútbol en general. Salimos y al mirar para atrás supimos que todo los nuestros estaban allí, que habían cambiado a Vivo del Cuento y que un día nos veríamos pa un plajo en la calle.

SALUD Y LIBERTAD 

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